“El Liderazgo es la capacidad de traducir una visión en una realidad”.
–Warren Bennis–
El liderazgo, es una disciplina cuyo ejercicio produce deliberadamente una influencia en un grupo determinado con la finalidad de alcanzar un conjunto de metas preestablecidas de carácter beneficioso, útiles para la satisfacción de las necesidades verdaderas del grupo.
Este requiere de un conjunto de habilidades, y sobre todo, de una serie de comunicaciones impersonales por medio de las cuales el individuo que dirige un grupo influye en su ambiente, con el propósito de lograr una realización voluntaria y más eficaz de los objetivos de la organización. El liderazgo es, por lo tanto, una disciplina. Quien la ejerce tiene un compromiso consigo mismo, porque el verdadero dirigente ejerce una influencia especial en las personas que lo rodean.
Un empresario, por ejemplo, tiene que ser líder en su empresa para que todo vaya bien, para que sus empleados estén satisfechos y para poder gestionar una crisis, que es cuando se ve si de verdad la persona tiene los roles de líder. Pero también nosotros tenemos que ser líder de nuestra vida para afrontar nuestras crisis.
El líder suele actuar con el mismo nivel de auto exigencia, de búsqueda de la excelencia y de comportamiento ético en todos sus ámbitos de actuación (profesional, familiar, personal, etc…). Debe ser una persona coherente, capaz de mantenerse fiel a sus principios y de no renunciar a ellos en pro de su carrera profesional. Este tiene que ser capaz de defender sus principios, aunque esto le pueda suponer graves contratiempos profesionales.
El líder suele actuar con el mismo nivel de auto exigencia, de búsqueda de la excelencia y de comportamiento ético en todos sus ámbitos de actuación (profesional, familiar, personal, etc…). Debe ser una persona coherente, capaz de mantenerse fiel a sus principios y de no renunciar a ellos en pro de su carrera profesional. Este tiene que ser capaz de defender sus principios, aunque esto le pueda suponer graves contratiempos profesionales.
Para que una persona pueda desarrollarse en todos sus ámbitos y no dejar que el profesional lo termine absorbiendo todo es fundamental aprovechar el tiempo al máximo. Hay que sacarle tiempo al tiempo (el tiempo es un bien escaso que hay que optimizar). El tiempo pasa rápido y cada día cuenta, un día que no se aproveche es un día perdido.
A continuación, te presentamos algunas de las cualidades de un líder:
Aprovechar el tiempo que exige la planificación: El líder tiene mil asuntos que atender y tan sólo una buena organización le va a permitir desenvolverse con soltura y dedicar el tiempo a lo realmente importante y no perderlo con temas menores.
El líder debe de saber priorizar: Distinguir qué es lo realmente importante, aquello que demanda su atención, y qué no lo es.
El líder tiene que saber delegar: es imposible abarcarlo todo. El líder actúa y se exige en búsqueda de la excelencia y de comportamiento ético en todos sus ámbitos de actuación, es una persona coherente, capaz de mantenerse fiel a sus principios y de no renunciar a ellos en pro de su carrera profesional.
Aprovechar el tiempo que exige organización: Los mismos principios de actuación que aplica en el trabajo (honestidad, dedicación, innovación, decisión, preocupación por las personas, comprensión, etc.), aplicará en su vida ordinaria.